No es necesario justificar a estas alturas la importancia del flamenco en la educación en el devenir de la cultura andaluza pues es evidente y notorio que está presente en los entresijos de múltiples actividades y manifestaciones del pueblo andaluz. El flamenco pertenece, por derecho, a la cultura y a la memoria de Andalucía. Es un arte ya universal que ha contribuido no sólo a dibujar un paisaje sonoro y sentimental a lo largo del tiempo sino que también ha conformado los elementos característicos de la cultura popular andaluza.
El Estatuto de Andalucía considera que el flamenco es uno de los mayores exponentes de la identidad cultural andaluza y lo define como “elemento singular del patrimonio cultural andaluz”, y otorga a la Junta de Andalucía la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco.
Con motivo de las terceras jornadas solidarias, celebradas los días 16, 17 y 18 de febrero de 2011, nos visito D. Federico Mayor Zaragoza (expresidentes de la Unesco) y pronunció una conferencia que versó sobre “la Cultura de la Paz”, “El Desarrollo Sostenible” y “Derechos Humanos”… En la despedida nos comentó que era muy posible la consideración Internacional del flamenco como patrimonio inmaterial de la humanidad, como así fue un año más tarde, reconociéndose definitivamente la valía de este arte y el reconocimiento de unos valores artísticos, lingüísticos, musicales y emocionales que lleva en sí el flamenco y que es necesario preservar y transmitir.
Por aquellas fechas la comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó una iniciativa, mediante una proposición no de ley, en la que solicitaba al gobierno que apoyase ante la UNESCO la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Fruto de todas esas iniciativas, Gobierno, Junta de Andalucía y mundo flamenco, ya podemos decir que finalmente el flamenco es hoy patrimonio inmaterial de la humanidad. Esto implica que su tratamiento en todos los ámbitos debe hacerse con el máximo respeto y rigor, es decir, como arte musical que es debe no sólo escucharse sino enseñarse y transmitirse en todos los espacios posibles de la esfera pública o privada y por supuesto –lo más importante-, impartirse en todos los ciclos del proceso educativo, especialmente en las asignaturas de música y de cultura andaluza y aún de historia de las culturas con unos programas atractivos, avanzados y prácticos.
TRATAMIENTO DEL FLAMENCO EN LA EDUCACIÓN.
¿Como impartir el flamenco en la educación? ¿Cómo conseguir hacerlo atractivo para los alumnos? He aquí una cuestión esencial para que este arte musical perviva en plenitud y sea un buen medio pedagógico para contribuir en los fines propios de la formación educativa. Mediante el estudio del flamenco se debe potenciar la creatividad, la imaginación, la curiosidad, la sociabilidad, y en definitiva todo cuanto sirva de estímulo para mejorar la convivencia, el aprendizaje y la relación entre las personas, cualesquiera sea su edad, para que reviertan a la sociedad sus conocimientos y destrezas en forma de innovaciones que generen nuevas propuestas culturales o de otro tipo.
Proponemos que se estudie como música, y que se enseñe en todos las asignaturas en las que se impartan conocimientos musicales. En los conservatorios tanto superiores, como secundarios. En las escuelas e Institutos desde edades tempranas, así como en el resto de servicios culturales de las diversas Instituciones sean municipales o regionales.
Estos conocimientos deben impartirse desde el rigor que la música exige, pero huyendo de los métodos de los que se tiene certeza de su poca idoneidad. No podemos imponer la enseñanza del solfeo como primera introducción, el solfeo vendrá cuando sea necesario, pero sí podemos enseñar las palmas, los acompañamientos, el acomodo de las letras a situaciones relacionadas con los alumnos, la composición sencilla de unos ritmos que los alumnos tomen como suyos…
Con las nuevas tecnologías se tiene un instrumento que se adecua muy bien a los nuevos enfoques que la pedagogía está desarrollando con el fin de superar los aspectos anacrónicos que se han detectado en el sistema educativo no sólo español, sino mundial.
Estudiar a fondo la historia, los orígenes de esta música y arte popular nos deparará abundantes sorpresas y nuevos conocimientos, su sociología y antropología nos colocará transversalmente en el trasfondo de los otros saberes generales necesarios en la formación de los alumnos. Por eso deben cuidarse todos los aspectos que aborden el flamenco en la educación, como patrimonio no sólo musical sino histórico de modo que provoquen una hibridación transcultural en el aprendizaje continuo que a lo largo del tiempo cada individuo debe acometer.
Para que no nos confundamos, en su tratamiento debemos conocer las claves culturales de las que partió y se gestó. La música tiene como fin emocionar, transmitir sentimientos, emociones, estados de ánimo…Todo ello es capaz de aportarlo el flamenco.
Entre el tradicionalismo y la comercialidad, el flamenco necesita ampliar su camino, pasando de la improvisación romántica al estudio detenido, como cualquier otra música que se respete, esto lo habilitará para un mayor desarrollo musical, garantizará su pervivencia en el tiempo y su entendimiento y expansión más allá de nuestras fronteras.
Por todo esto proponemos su incorporación a las asignaturas musicales del curriculum escolar desde primaria a secundaria.
Su introducción como materia de estudio en los Conservatorios de la comunidad, no solo, como se hace actualmente, la danza flamenca o la guitarra, sino el cante por excelencia, la enseñanza de la interpretación a viva voz de este arte. Y la programación de talleres, cursos de iniciación etc. en las instituciones de ámbito local, comarcal y regional.
Proponemos la creación de un observatorio del flamenco, en el que podrían refundirse las asociaciones hasta ahora existentes dispersas y faltas de un elemento motivador común en el que coordinar ideas, proyectos y planes curriculares para su adecuación a los planes de estudio. Este observatorio tendría como una de sus prioridades inmediatas la investigación histórica, sociológica, antropológica y musicológica. Y la elaboración de un PROGRAMA adecuado al medio para la enseñanza de esta música tal como se hace en diferentes estados del mundo con su música peculiar o específica, sea el jazz de Nueva Orleans o la música aborigen de Australia, por ejemplo.
El flamenco en la educación
Fernando Barros Lirola
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