Características melódicas
La melodía, o sea la sucesión rítmica de sonidos de distinta altura que forman frases dotadas de sentido musical tiene en el flamenco una importancia vital. Los dos elementos básicos de la melodía son la estructura rítmica y la altura de los sonidos. La melodía ha sido una forma de expresión que ha transmitido las emociones lo mismo que el lenguaje hablado. La exigencia rítmica es tan alta en el flamenco que sólo con cuidadas melodías atempera su pasión por el compás y volvemos a recordar al respecto sus grandes influencias africanas, andalusíes y mediterráneas, como matrices de su arco melódico y su deuda rítmica. Como además su ejecución es predominantemente vocal se suele ayudar de todo tipo de melismas, juegos de voz-respiración- y una gran trabazón en el fraseo musical para llevar al público belleza y convicción.
El flamenco tiene unas estructuras fijas e invariables en sus cantes, aunque sean interpretados por diferentes artistas. Cada estilo, o sea, cada palo, tiene un esqueleto melódico que lo sostiene como estructura básica.
Dependiendo del cantaor/a, la melodía fluctuará dentro de unos márgenes, dependiendo de los gustos, facultades o aprendizaje que se tenga, pero siempre manteniendo el ritmo.
Es importante decir que la mayoría de los cantes concentran sus adornos y melismas al final de cada tercio, sobre la última vocal. Guiar bien la voz, saber ponerla en su sitio sin perder nunca el compás ni la melodía y haciendo grato y comunicativo el cante tiene un verbo peculiar: mecer el cante.
El flamenco al ser una música creada por gentes sin formación musical académica se ha construido sobre melodías que se desenvuelven por grados conjuntos y con escalas descendentes y axiales y así es más fácil de ejecutar sin desafinar ni desentonar.
En cuanto a la relación de la letra-música, el flamenco suele utilizar con más frecuencia el estilo silábico. Esto es, a cada nota le corresponde una única nota musical.
También se dan otras variantes, como sobre cada silaba tres o cuatro notas musicales.
Por último, añadir que los grandes creadores del flamenco se han preocupado por respetar la acentuación natural de las palabras adecuando a ellas la melodía para no interferir en el contenido de las letras.